


Su tatuaje no lo hacía más interesante, por el contrario su amor a la poesía volvía sorprendente la leyenda grabada en su brazo, y su presencia daba más vida a los tatuajes de sol de Aguascalientes.
Maestro Francisco lo extraño. Un día voy a caer de sorpresa en su casa con un pastel recien hecho.
pronto, muy pronto!!!
ResponderEliminarLoamo
ResponderEliminar